6 verdades para ayudarte a entender la situación en Gaza
Por: Prudencio Aguilar, 18/07/2014
Disclaimer del autor:
Considero que Israel y Palestina tienen derecho a existir como estados separados, autónomos y en paz. No apoyo la vía Yihadista ni ningún tipo de ataque basado en raza, credo o preferencia política. Creo que los estados deben ser laicos y que la ley religiosa debe estar separada de la ley común. La lista a continuación presenta una serie de hecho para aclarar algunas de las afirmaciones más comunes que se escuchan.
1. Es un conflicto entre judíos y musulmantes
Ni todos los israelíes son judíos, ni todos los palestinos son musulmantes. El conflicto entre Israel y Palestina es un conflicto de corte político, y no religioso. Desde su independencia en 1948, Israel otorgó la posibilidad de la ciudadanía Israelí a cualquier habitante del territorio en sus fronteras. Cerca de un 20% de los Israelíes son musulmanes, cristianos y drusos, mientras que aproximadamente un 3% de los Palestinos practican religiones diferentes al Islám, en especial el Catolicismo. Para ponerlo en perspectiva, el número de árabes que son ciudadanos legales del estado de Israel es aproximadamente igual al número de habitantes de la Franja De Gaza.
2. A Palestina le quitaron (más de) la mitad de su territorio para dárselo a Israel
Antes de 1948 no existía ningún estado palestino, ni ningún estado israelí. Si bien la proporción poblacional podría indicar que a Palestina debería habérsele asignado mayor territorio (ver siguiente punto) este nunca fue el reclamo árabe. De hecho, cuando Israel acepta el acuerdo de la resolución 181, el reclamo árabe no se hace sobre la base de la injusta repartición, sino sobre la negación de la simple existencia del Estado de Israel.
3. [En 1947] La ONU le regaló casi todo el territorio a los Israelíes y dejó a los Palestinos casi sin nada
En efecto la repartición luce desproporcionada, ya que la resolución 181 de la ONU otorga casi 54% del territorio a Israel, cuando en términos poblacionales, los judíos tenían menos población que los árabes en la zona. Lo cierto es que casi la mitad del territorio entregado a Israel corresponde al desierto del Negev.
4. El Hamás es una autoridad legítima en la Franja de Gaza
Sí y no. La realidad es que el Hamás ganó unas elecciones en 2006 con amplia mayoría, lo cual le otrogró poder regional y le permitió nombrar como primer ministro a uno de sus miembros. Otra realidad es que existen graves diferencias entre el Fatah (partido del presidente Mahmud Abbas) y el Hamás, lo cual llevó a la destitución del primer ministro en 2007. Desde entonces Hamás gobierna de facto la Franja de Gaza.
5. Hamás es un movimiento político y social
Hamás tiene varios frentes. Desde el punto de vista social ha llevado a cabo obras de ayuda a la población. Por otro lado es también un movimiento Yihadista, que tiene en el preámbulo de su carta fundacional el objetivo de destruir el Estado de Israel. Adicionalmente no reconoce los acuerdos de Oslo, en los cuales se basan todas las negociaciones de paz modernas entre Israelíes y Palestinos. A lo anterior se debe agregar que Hamás tiene un brazo armado, que ha orquestado ataques suicidas en el pasado y lleva a cabo lanzamientos rutinarios de cohetes (sobre todo) en el sur de Israel, abiertamente reconocidos.
6. Israel se ha expandido de manera ilegal en territorio Palestino
En efecto, desde la guerra de 1967, el Estado de Israel ha promovido la construcción de asentamientos con colonos Israelíes en los terriorios conquistados, lo cual dificulta en la práctica la devolución de estos territorios, en el marco de un acuerdo que garantice la coexistencia de ambos estados. Los asentamientos del Sinaí y la Franja de Gaza fueron desmantelados en 1981 y 2005 respectivamente. Sin embargo se calcula que aún viven mas de 300.000 Israelíes en los asentamientos existentes. No deja de ser alarmante que de acuerdo a la propia oficina de estadísticas de Israel, el incremento de la construcción de viviendas en estos asentamientos aumentó en un 124% en 2013, a pesar de ser considerados ilegales por Naciones Unidas.