Tengo derecho a leer basura
Hace unos cuantos años cualquiera hubiese podido definirme como una snob literaria. A pesar de haber leído muchas novelas durante mi niñez, apenas pisé los veinte me dediqué a devorar libros gruesos, sesudos y densos; haciendo un énfasis especial en aquellos que todos consideraban “ladrillos”. Podía devorar alguna novela, pero únicamente clásicos y sólo para…