De madrugada soy traficante.
Es temprano en la mañana. Son las seis, tal vez las seis y media. Me detengo un momento para pensar si realmente le necesito. Sí, sí necesito. Luego de la ducha, el café (negro) y un zombi caminar, decido salir al frío sancristobalense (que cada día se va más rápido al salir el sol). Enciendo el auto y subo…